Pole Pole significa poco a poco en Suajili.
Y poco a poco y con pequeños pasos ha sido como esta maravillosa marca ha ido cogiendo forma de la mano de Esther Cilla uniendo dos de sus pasiones, África y la cosmética natural.
Esther y yo compartimos pasiones, uno de mis grandes sueños desde hace muchos años es viajar a África y el otro ya lo sabéis, la cosmética.
Así que entenderéis que su marca y su historia me resulten realmente inspiradoras, además es de San Sebastián, ciudad que lleva la friolera de dieciséis años instalada en este corazoncito.
Esther era una de esas niñas que jugaba con plantas y flores a hacer perfumes, yo también lo hacia con las rosas de mi abuela, todas lo hemos hecho en alguna ocasión supongo.
Pero sus juegos infantiles dieron paso a estudios sobre plantas medicinales, aromaterapia y cosmética natural, elaboraba cremas y aceites para ella, para sus familiares…
En 2018 África se sumó a la formula, concretamente el Masai Mara y allí, dos años más tarde decidió que tenia que unir sus dos pasiones, así nació Pole Pole.
Los productos de Pole Pole llevan ingredientes de origen africano procedentes de laboratorios ecológicos además de materia prima patria, por ejemplo la lavanda es Navarra y el Aloe Vera ecológico se trae de Canarias.
La fabricación de los productos es artesanal con laboratorio propio en Irún y con formulación propia y sus productos huelen a naturaleza, a tierra con toques de madera, flores, cítricos, coco…
Durante un tiempo yo he estado probando (y disfrutando) tres de sus productos que hoy quiero compartir con vosotras, estoy segura de que os enamoraran tanto como a mí.
El primero se llama Elixir Inkaya que significa ¨de un solo paso¨ y así es como actúa, en un solo paso.
Lleva vitamina C y ácido hialurónico además de Marula al que también se llama milagro africano, un ingrediente regenerador e hidratante.
Al ver todos estos ingredientes ya imaginaras que es un autentico chute de energía para la piel, nada más aplicarlo notas la hidratación, la luminosidad y el aspecto bonito de la piel.
En cuanto a la textura os cuento que es de esas que buscáis la mayoría para las mañanas, muy ligera y con un aroma maravilloso.
Kioni, así se llama la crema de día que he estado usando y significa ¨la que encuentra¨
Es ideal para pieles sensibles y lleva Baobab ¨árbol de la vida¨ con propiedades calmantes y antiinflamatorias, caléndula con acción calmante, manzanilla y lavanda.
Esta crema es todo lo que una piel sensible busca para mantenerse confortable e hidratada durante todo el día. Y el olor…el olor a mí me fascina, lavanda, huele mucho a lavanda.
Y en Pole Pole no se olvidan del cuidado corporal, he estado usando la hidratante corporal orgánica. Lleva Karité u oro africano con propiedades regeneradoras, aceite de coco con alto contenido en vitamina C y ese maravilloso olor.
La textura es muy ligera y aporta a la piel un ligero brillo que creo que es lo que más me gusta de la crema (ademas de sus resultados, claro).
Espero y confío en que Pole Pole siga cosechando éxitos, es una firma ética, con ingredientes de calidad y que funciona, de eso doy yo fe.
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Menudo descubrimiento más top
Preciosa historia detrás de la marca, muy inspiradora la verdad.