Estos días me han preguntado infinidad de veces por cómo se organiza un CosmetikTrip, y yo, que soy mucho de confesar, os voy a confesar un secreto…
Me encantaría deciros que lo hago yo y me encantaría deciros que organizarlo todo me lleva una semanita, que todo llega rodado y es fácil, muy fácil.
Eso seria lo ideal, ¿verdad?
Pero en este mundo las cosas no suelen salir bien sin esfuerzo, dedicación y muchas horas de trabajo y aquí viene donde os confieso mi secreto.
Ese esfuerzo, esa dedicación y esas horas de trabajo las sufre mi medio limón y papi de Alex, que algunas ya lo sabréis, se llama Christian.
Él es que se tira horas y horas montando este proyecto, el que habla con las blogueras y youtubers, con los hoteles, marcas, más marcas, unas pocas marcas más, con restaurantes y un largo, larguísimo etcétera.
Y no estaría bien que yo me apuntara el tanto, el que sí que me voy a apuntar es el de sufrirle durante todo este proceso, pero eso ya es otra película.
Así que del Cesar lo que es del Cesar, el mérito de este viaje de influencers de belleza y de que todo (casi siempre) salga perfecto, es del señor Christian Ruge.
Y las cosas como son, lo hace muy, ¡pero que muy bien!
Dicho lo cual, vamos a empezar con el primer día de esta octava edición, que empezó, como casi siempre con una maleta con bolso a juego y un Ave.
La maleta, por supuesto, de Lipault, esta vez roja con bombonera a juego y mira que voy usando maletas de la firma, pero esta me sorprendió.
Y es que dejé lo de menos es más a un lado y metí en la maleta todo lo que pille en el armario. Cuando ya pensaba que la pobre iba a estallar, la cerré, la puse de pie y oye, me entró el neceser.
Es de todas las que he tenido la que más capacidad tiene y, por supuesto, la que me voy a llevar de vacaciones.
El bolso es una monada, lo veis en las fotos, una bombonera roja que me va genial con la mayoría de los vestidos y que no me he quitado en los tres días de viaje.
No me olvidé, claro, de mis zapatillas Munich, una marca que nunca había usado y que ahora que he conocido, no pienso abandonar.
Tienen unos diseños preciosos, con mucho color y llevarlas es como ir descalza, no pueden ser más cómodas.
Yo elegí unas naranjas que me estoy poniendo con todo, y otras que llevan detalles en estampado camuflaje y a mí el camuflaje me pierde.
Y así, con mi maleta y la mirada asombrada del taxista cuando cogió mi pesada maleta (pobre) llegamos a Atocha a las seis de la mañana. Sí, sí, las seis de la mañana…
Salíamos rumbo a Sancti Petri, teníamos por delante tres días de sol, piscina, noches durmiendo del tirón (las que sois madres me entenderéis) y mucha, mucha belleza.
A eso de la una de la tarde llegamos al Royal Hideaway Sancti Petri y al entrar a la recepción me vinieron en cadena un montón de recuerdos. Y es que yo ya lo conocía, pasamos allí unos días hace tres años y ya sabía que había vuelto al paraíso.
Y como siempre que empieza un CosmetikTrip, el ritmo (aunque esta vez un poco más relajado) es frenético.
Así que subida a la habitación (grande, luminosa, cómoda, acogedora, con terraza enorme, vistas impresionantes) y corriendo a recepción para descubrir el hotel, un paseo por sus jardines tropicales, sus piscinas, sus rincones y a comer… Os juro que ese día moría de hambre.
Comimos en uno de los restaurantes del hotel, La Bahía, todo delicioso y además, muy sano.
En la carta vienen las calorías de cada plato y con estas cosas te das cuenta de que comer sano y equilibrado no esta reñido con comer rico.
Luego por la tarde fotos, ¡fotos y más fotos!
Nos pusimos nuestros bañadores y bikinis de Dolores Cortés (los habéis visto en Instagram) y nos recorrimos la piscina y el spa haciendo fotos.
Son, además de muy bonitos, muy cómodos y con otro plus, estilizan mucho la figura. Yo estoy loca con mi bañador negro con transparencias.
A última hora de la tarde nos hicimos una escapada al spa del hotel y aquí viene otra confesión, me tumbé en los chorros estos que van en horizontal y que recorren todo el cuerpo y me quedé dormida… ejem.
No sé ni cómo me desperté, pero a los veinte minutos volví al mismo sitio con Lola y volvió a ocurrir, de repente me desperté porque alguien me tocaba la pierna, era Lola salvándome de morir ahogada (exagero).
Así que abandoné por mi seguridad el spa y me fui a la habitación a cambiarme para cenar y dormir…
La cena fue en otro de los restaurantes del hotel, Atunante (por amor) y como intuiréis por el nombre, la cosa iba de Atún, delicioso todo, pero todo-todo-todo.
Y así, muerta de cansancio, me arrastré hasta el ascensor, repté hasta la cama y me quedé dormida en segundos (vuelvo a exagerar).
Y mañana… Mañana será otro día y con él vendrá otro post del CosmetikTrip8.
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Que maravilla, es el paraiso aqui en la tierra. Uhmmm
Un aplauso para ese fantástico colaborador!!!????
Envidia sana infinita, de esas experiencias vividas durante esos 3 dias y como no, de todos esos regalos….me enamoré de esa maleta!!?
Que envidia sana me dais¡¡¡
Wow. ..genial tener a ese fantástico colaborador ?se ve todo fantástico el bañador negro de #DoloresCortes es ideal ..? estas maravillosa con el ❤ y la maleta tiene un color divino y el tamaño es perfecto?…. y esas zapatillas tienen pinta de ser muy cómodas no me extraña que se hayan convertido en un básico. ..felicidades equipo #cosmetikblog …un beso?