El segundo día del CosmetikTrip6 empezó un un riquísimo desayuno en el hotel Miramar Barcelona, yo en casa no suelo desayunar, solo un par de cafés, pero voy a un hotel y me pongo morada.
Será supongo por eso de que te lo dan ya todo preparado y allí, perfectamente colocado, es todo tan apetecible…
Pues eso, que desayuné como una reina, subí a la habitación, me cambié y nada más, ni pelo ni maquillaje, tocaba relajarse y disfrutar en Aire Barcelona.
En el pasado Cosmetiktrip de Sevilla ya visitamos sus baños y recordando la experiencia yo iba con la sonrisilla en la boca, saboreando ya la mañana que íbamos a pasar.
Los de Sevilla son preciosos, pero los de Barcelona no se quedan atrás, es un autentico lujo para los sentidos pasar unas horitas en sus instalaciones.
Primero la zona del Spa, con sus piscinas frías, sus piscinas calientes, la de sal, la de los chorros… Yo puse la espalda en uno de ellos y perdí absolutamente la noción del tiempo.
El ambiente, el olor, el silencio, la luz tenue, todo, absolutamente todo te invita a relajarte, a dejar volar la mente, a volver a conectar con todos y cada uno de tus sentidos, a soñar…
Ahora imaginaros una bañera de piedra, imaginaros que la llenan con vino y que mientras vuestra piel disfruta de todas las propiedades de la uva, muestro cuello y cabeza lo hacen con las manos de un masajista, ¿os lo habéis imaginado? Pues la experiencia supera lo imaginable.
Luego otro masaje, esta vez en una camilla, en una habitación con muy poca luz, con música suave y con un masajista experto que recorre todas las doloridas partes de tu cuerpo (las mías están doloridas) fueron 45 minutos, pero os juro que para mi mente fueron cinco, se me pasó volando.
Luego otro ratito de spa y a terminar y seguir con el día. Sales nueva, con la piel y el alma en perfecto estado, si tenéis la suerte de contar con un Aire en vuestra ciudad, ¡visitadlo, no perdáis la oportunidad! Son absolutamente recomendables.
Al salir tampoco me peiné, nos íbamos directamente a Vanitas Espai a descubrir lo nuevo de Termix.
Vanitas Espai es un salón de belleza que está en la calle París de Barcelona, es pequeño, íntimo y exclusivo.
Allí fuimos llegando todas para poner nuestro pelo en sus manos y en las de Termix.
Yo ya los conocía, pero descubrí más a fondo los nuevos cepillos eléctricos.
Son perfectos para alisar, crear ondas y para aportar brillo al pelo, en mi opinión son ideales para el día a día. Que quieres ir peinada y que el cabello se vea bonito, pero sin que parezca que te has levantado a las seis de la mañana para pasarte la plancha.
Son fáciles de usar y rápidos, para mí se ha convertido en la herramienta perfecta para ir todos los días peinada.
Tiene control de temperatura, básico en este tipo de dispositivos y es que mi pelo fino, no soporta la misma temperatura que un pelo grueso y muy abundante, lo suelo poner a unos 180º y a esa temperatura consigo un pelo bonito, sin dañarlo.
Para mí, que soy un poco torpe, su forma ergonómica y su cable giratorio son básicos.
Yo uso el plano en casa que se llama Pro Flat Brush pero en la peluquería vi que usaban con algunas chicas el redondo, Pro Styling Brush y quedaban unas ondas perfectas.
Yo cuando empezó la moda de los cepillos eléctricos os confieso que pensé que no eran para mi, que yo con las planchas ya tenia resuelto el tema, pero rectificar es de sabios y yo rectifico.
Son una herramienta que estoy usando mucho y que como os decía antes, me facilita mucho el tema pelo.
Peroooooo, como no todas somos iguales, seguro que alguna en este momento está pensando, nonono, yo planchas!
Pues también las usamos, yo me lleve para el viaje mis Termix 230º que son las que uso más ahora y os cuento porqué.
Yo tengo canas desde que tengo uso de razón (o antes, el uso de razón es relativamente nuevo en mi) el caso es que me tengo que teñir cada 20-25 días.
Esta plancha esta diseñada para proteger el cabello teñido y retrasar la decoloración.
No, no hace que tarden más en salir las canas, claro que no, pero mantiene el color mucho más bonito.
Por eso, por lo rápido que me alisan el pelo, por lo fáciles que son de usar y por muchas cosas más, son ahora mis planchas favoritas.
Y perfectamente peinadas, nos fuimos a comer…
¿Donde? En El Nacional.
Me habían dicho que el sitio me iba a gustar mucho, pero se quedaron cortos.
Es un antiguo garaje, convertido en una zona de restaurantes perfectamente decorada, donde puedes encontrar todo tipo de comida y toda deliciosa.
Yo, personalmente, me cogería un sitio fijo en la barra de ostras.
Dimos un rodeo a todo el local y nos fueron explicando cada uno de los rincones. Me encantó porque justo era unos días antes de navidad y la decoración hací
a que pareciera que estábamos dentro de un cuento.
Para comer, nos llevaron a un restaurante clandestino, un pequeño apartado al lado de El Nacional, donde comimos en un ambiente íntimo y pudimos hablar tranquilamente.
La comida, no podía ser de otra manera, ¡deliciosa!
Y de ahí… de ahí nos fuimos al hotel, teníamos fiesta de pijamas con The Body Shop.
Pero eso ya en otro post.
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Guau,una pasada de día!!!
Ay el spa que envidia me da, que bonito se ve todo, quedaríais super relajadas, que bueno es dedicarse tiempo de vez en cuando para el relax, viene muy bien y se cogen muchas fuerzas, renueva mucho.
Un besito preciosa
Espectacular guapa
Como una reina y esa cara de relax y felicidad no tiene precio …pero no me extraña se ve todo tan zen …me encanta
Qué chulo todo!!!
Una mañana perfecta, masaje y luego ostras. Tremedamente exótico.