Os hablaré próximamente de cómo tenía el pelo durante el embarazo, pero no será aquí (voy dando pistas).
Pero os adelanto que era una maravilla, nunca lo he tenido tan bien, volumen, brillo, cero caída… Vivía en el país del pelo feliz.
La cosa siguió así hasta hace poquito, y yo feliz. Y es que había oído hablar mucho del post parto y de como el maldito la toma con el pelo.
Pero claro, yo seguía feliz con mi pelazo, hasta hace cosa de dos meses.
Todo empezó en la ducha, me aplique el champú y cuando estaba aclarándolo noté como empezaba a caerse mucho, pero mucho el pelo, no daba crédito.
Pasaba la mano una y otra vez esperando que en algún momento parara pero nada, no había forma.
Salí, me lo seque con cuidado, con el mismo cuidado que pondría en secar un billete de 500 euros recién sacado de la lavadora y nada, seguía cayendo.
Imaginaros el horror, mi pelazo fuerte y brillante ahora me abandonaba, ¡lo de la caída del cabello en postparto era verdad!
Todavía con el pelo mojado me puse a buscar por el armario todos, y digo todos, los productos para la caída que tenía y los fui poniendo encima del lavabo.
No te preocupes tesoro, vamos a ganar la guerra, ¡le decía yo a mi pelo!
Encontré unas ampollas, unos cuantos champús y varias cajas de nutricosmética. Vas a flipar caída postparto, esta batalla es mía.
Empecé bien y durante más o menos tres o cuatro días presente batalla de las duras, al quinto tiré las armas.
Y es que el sueño, el cansancio y las veinticinco mil cosas por hacer me hicieron perder. Vamos, que durante el día me acordaba de muchas cosas, pero no de usar todas mis armas.
Olvidé el tema durante una temporada pensando que bueno, como había venido se iría y todo volvería a la normalidad.
Pero no, la cosa al mes seguía igual.
¿Solución? Fácil… Ponerme en manos de profesionales, en esta ocasión con mi adorado Montibello.
Hablé con ellos y les expuse el tema, pelo se va, canas vienen… ¡Un horror todo!
Un jueves a las once de la mañana me presenté en su centro técnico de Madrid, un espacio de 500 metros donde realizan todas sus formaciones y donde Alejandro estaba disponible en exclusiva para mí y mi pelo huidizo.
¿Os acordáis de que os hablé en un post de la Trico-Nutrición? Pues la probé, con unas cuantas preguntas y un examen a mi pelo, Alex me aplicó los tratamientos necesarios y me cargó de productos para usar en casa.
Además me hizo el color, que lo tenía desastroso no, lo siguiente. Y atención, uso tres tonos diferentes, me dejó un tono castaño claro con reflejos más rubios que os juro, ha sido el color más bonito que he tenido nunca y además muy natural, como que fuera mío de toda la vida.
Para rematar me lo cortó, que también me hacía mucha falta. Ahora luzco un flequillo largo, ladeado a lo Ana Rosa Quintana que me chifla.
¿Para casa?
De todo, champú, ampollas, mascarilla, acondicionador, un producto sin aclarado… Muchas cosas que os contare en otro post porque en este ya me estoy enrollando demasiado.
¿Conclusión?
Que me he puesto las pilas y ahora guardo un ratito para mí, primero mi champú anticaída, luego mi mascarilla con queratina, después el acondicionador en espuma (que maravilla), cuando salgo mi ampolla también anticaída y acabo con el tratamiento sin aclarado.
¿Ha dejado de caerse? No, pero se cae muchísimo menos y ya sabéis que las batallas se ganan poco a poco.
Que importante es ponerse en manos de profesionales, ¡gracias Alex!
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A mi se me cae muchísimo el pelo, voy a probar esta marca, a ver que tal 🙂
Que buenos,a mi también se me cae un montón,pero durante todo el año! Me alegró que te funcione!
Pues algo asi voy a tener que hacer yo porque se me cae a raudales y no tengo ni idea de porqué, quizas sea hormonal, ni idea..