¿Habéis ido alguna vez a comprar a Yves Rocher?
Yo lo conozco desde hace tiempo por una amiga que se pasaba el día liada comprando para que la dieran tal o cual regalo, terminaba con el baño lleno de cosméticos que apenas usaba y el armario lleno de bolsos, colgantes y pulseras.
El año pasado a mí me regalaron por mi cumpleaños una cestita con productos Yves Rocher para el baño, ya sabéis, gel, champú, bolitas para el baño y una colonia con olor a mora que me encantó. El caso es que cuando se terminó me apetecía volver a tenerla y aquí es donde empieza la odisea.
La dependienta empezó preguntándome si tenía la tarjeta, al hacérmela me comentó el tema de los puntos y me da la tarjeta y mil folletos más (esto por una colonia de seis euros). Aproximadamente una vez al mes llega a casa una carta repleta de folletos y rollitos para abrir y ver que regalo te ha tocado y demás, un marketing un poco anticuado, pero bueno, yo no estoy aquí para hablar de marketing, todo este rollo es para decir que si presumen de ser una marca ecológica podían dejar de gastan tanto papel, ¿No?
En cuanto a los productos, yo he utilizado la colonia que os comentaba y la verdad es que huele genial, aparte de la de mora tienen un montón de fragancias frutales más y son muy frescas, ideales para verano y bastante económicas, sólo 6 euros.
En cuanto al maquillaje os puedo decir que yo el otro día me compre un gloss transparente, únicamente brillo que llevaba buscando desde hacia tiempo y estoy encantada con él, la gama de colores en los productos es bastante aceptable y el precio bueno, además como ya os he comentado siempre tienen ofertas de distintos productos.
Recomendable pero no os dejéis engatusar por las dependientas que os pasáis una hora rellenando papeles.
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